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El paseo
Dibujos
2018
Lucas Ospina
Research Interests:
Lucas Ospina (en 20 imágenes / in 20 images)
En 1980, Pedro Manrique Figueroa decide hacer una traducción y reedición de la guía de la exposición Arte Degenerado (Entartete Kunst) organizada por el Partido Nacional Socialista Alemán en 1937. En su proyecto lo acompaña un joven... more
En 1980, Pedro Manrique Figueroa decide hacer una traducción y reedición de la guía de la exposición Arte Degenerado (Entartete Kunst) organizada por el Partido Nacional Socialista Alemán en 1937. En su proyecto lo acompaña un joven llamado José Obdulio Gaviría S. que lo ayuda con la traducción de los textos del alemán al español y Edwin Ostos S., un estudiante de diseño, que se encarga de levantar los artes. Es la intención de Pedro Manrique Figueroa repartir el impreso a la entrada de todos los Salones Regionales de Artistas organizados por el Instituto Colombiano de Cultura. Su acción —y ahora obra— ha sido interpretada por algunos como una protesta. Ocho años antes, en 1972, Pedro Manrique Figueroa había sido uno de los artistas rechazados del XXIII Salón Nacional de Artistas: «no entiendo» dijo el precursor del collage en Colombia «si ahí dice muy claro que el Salón es mío, es de artistas, no de arte, el Estado me tiene que garantizar mis derechos y no sólo los de toda esa gente que contratan y que viven de andar diciendo qué es Arte y qué no es»“ (ver “Artista Rechazado”, María Cristina Pignalosa, El Tiempo, Culturales, 12 de octubre de 1972, Página 6B). Los artes traducidos y diseñados de la guía de la exposición Arte Degenerado nunca llegaron a Litográficas Medellín de Bogotá. Se sabe que Pedro Manrique Figueroa tenía la intención de dedicarle el nuevo tiraje al presidente de esa época, Doctor Julio Cesar Turbay Ayala, y a su ministro de defensa, General Luis Carlos Camacho Leyva. El proyecto no se llevó a cabo, Pedro Manrique Figueroa desapareció —algunos dicen haberlo visto entrar a las “Caballerizas de Usaquén” que formaban parte de la Escuela de Caballería del Ejercito en el Cantón Norte en Bogotá y que se hicieron célebres a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta por ser centros de tortura, durante los procesos de investigación y judiciales contra el Movimiento guerrillero 19 de Abril (M-19) y donde también, en 1985, durante el gobierno de Belisario Betancur, fueron llevadas algunas personas sospechosas de participar en la toma del Palacio de Justicia en Bogotá que hizo el mismo grupo guerrillero.

(Reedición dedicada al Doctor Julio Cesar Turbay Ayala y al General Luis Carlos Camacho Leyva. Traducción: José Obdulio Gaviría S. Diseño: Jhon Castillo. Impreso y armado en Litográficas Medellín. Abril, 1980, Bogotá. Reimpreso con motivo del Salón Regional de Artistas, Zona Centro, Ministerio de Cultura, Proyecto Transmisiones y de la exposición Poesía, Museo, Filosofía, Fundación Gilberto Alzate Avendaño, Marzo, 2008, Bogotá y del 41 Salón Nacional de Artistas, 2009, Cali.)
La luz de los curadores, que en tiempos recientes se posaba con especial propiedad sobre las obras de arte, ha sido eclipsada por un astro de mayor brillo: el sol de los coleccionistas. Por fortuna y para fortuna de la circulación de... more
La luz de los curadores, que en tiempos recientes se posaba con especial propiedad sobre las obras de arte, ha sido eclipsada por un astro de mayor brillo: el sol de los coleccionistas. Por fortuna y para fortuna de la circulación de obras y artistas noveles, los coleccionistas navegan, cada vez en mayor número, por los cauces del arte contemporáneo. La euforia, convicción y frecuencia con que muchos coleccionistas se entregan a esta aventura —que es favorecida por los vientos de la prosperidad económica— le han dado notoriedad y cotización a esta figura. Los coleccionistas, como seres ávidos de gusto, se dan con vigor y suficiencia a la posesión y al mecenazgo y buscan, con una tenacidad insaciable, completar un rompecabezas al que siempre parece faltarle una pieza. La pulsión del coleccionismo y su influencia decisiva sobre el sentido e intercambio (valor y precio) de las obras, señala que estos personajes no pueden —ni quieren— ser ignorados al momento de analizar todo aquello que participa en la construcción del arte. La exposición Una colección – Obras de Alejandro Castaño buscará entre las obras de un coleccionista de arte contemporáneo formas de coleccionismo: en el espacio de una sala de exposiciones* se pondrá en juego una serie de ideas que permita señalar el punto medio en que se posa un conjunto de objetos.

Curaduría: Lucas Ospina
Este libro compila ocho textos escritos a partir de cada una de las exposiciones de la cuarta versión del Premio Luis Caballero (2006-2007). Los textos alternan la descripción formal con la intepretación y sobreinterpretación de las... more
Este libro compila ocho textos escritos a partir de cada una de las exposiciones de la cuarta versión del Premio Luis Caballero (2006-2007). Los textos alternan la descripción formal con la intepretación y sobreinterpretación de las obras. Las críticas tocan ideas relacionadas con medios específicos (dibujo, fotografía, video, sonido, escritura) y reflexiones sobre el espacio de exposición, el periodismo cultural, la comunicación, la poesía, el silencio, la estupidez y la crítica misma. Estos y otros textos sobre ese ciclo de exposiciones fueron publicados en http://esferapublica.org/ y pueden ser consultados en la sección de debates de ese portal de internet. Al volumen se suma una fábula sobre crítica de arte.
Resumo: Se presentan los avances de un proyecto de investigación-acción orientado al desarrollo de una estrategia innovadora para la prevención del VIH/sida y la promoción de la Salud y los Derechos Sexuales y Reproductivos (SDSR) en... more
Resumo: Se presentan los avances de un proyecto de investigación-acción orientado al desarrollo de una estrategia innovadora para la prevención del VIH/sida y la promoción de la Salud y los Derechos Sexuales y Reproductivos (SDSR) en población joven, a través ...
"“¡Ay, si yo fuera pintor!” se lamenta Diderot al comienzo de su texto, en una frase que adquiere relevancia a medida que la narración avanza; este lamento más que una queja es una advertencia que comparte el traductor con el lector. Para... more
"“¡Ay, si yo fuera pintor!” se lamenta Diderot al comienzo de su texto, en una frase que adquiere relevancia a medida que la narración avanza; este lamento más que una queja es una advertencia que comparte el traductor con el lector. Para evitar que suceda un reemplazo o un juego exacto de similitudes, que el cuadro sea pintado con palabras o que parezca que los efectos de un solo medio todo lo pueden, el escritor debe dar cuenta de la escritura, o más aún, del lenguaje; confiar ciegamente en el reemplazo de una cosa por una palabra, de una palabra por una cosa, o de una obra de arte por un texto, implica una pérdida. Un escritor o un artista saben que si imágenes y palabras son las herramientas de su oficio, cualquier economía que repercuta en una disminución afecta el lenguaje. “¡Ay, si yo fuera pintor!” es una ambición del traductor, un deseo por traducir el cuadro a palabras, pero también es un gesto, una señal de alerta: la traducción de la obra de arte a palabras sacrifica parte de su lenguaje en aras de la transmisión que permite un texto. Todo texto sobre una obra de arte, toda traducción, debe dar cuenta de esta pérdida."
Plataforma del evento: "Decir que los programas de arte en las universidades han alcanzado una madurez académica no es veraz. En muchos casos las estructuras heredadas de las Escuelas o Academias de Bellas Artes se mantienen todavía... more
Plataforma del evento:

"Decir que los programas de arte en las universidades han alcanzado una madurez académica no es veraz. En muchos casos las estructuras heredadas de las Escuelas o Academias de Bellas Artes se mantienen todavía intactas (por ejemplo, se enseñan técnicas pero no se piensa la técnica o como ésta se enseña). En otros casos, la presión por adaptarse a la normatividad académica y cierto afán por innovar a la luz de las tendencias ideológicas del momento han erradicado de los programas de arte algunas de las instancias básicas que permiten afinar la percepción (por ejemplo, en el proceso de acreditar sus prácticas ante las autoridades académicas los programas de arte dan una pomposa rigidez a instancias cuya vitalidad se debe a la oscilación —no se habla, se sustenta—; o por ejemplo, discusiones en torno a la forma quedan relegadas ante la tiranía de la teoría o ante el narcisismo del sentimiento). A esto se suma cierto manejo administrativo de la educación que obliga a hacer de los programas de arte unas empresas económicamente viables y que se niega a contemplar, por criterios de rentabilidad, muchas de las peculiaridades que permiten el diálogo en arte (por ejemplo, estas políticas de administración no admiten grupos pequeños de clase o que una clase de taller tenga un horario prolongado o un salón adecuado). Bajo el mandato de la tradición o bajo la confianza en el progreso se han generado modelos educativos que pierden a estudiantes y profesores por caminos poco afortunados. A esta sensación de adolescencia de los programas de arte se suman las críticas que el pensamiento de los últimos 150 años ha hecho sobre la nociones de autoría, originalidad o vanguardia y que no han sido incorporadas de una manera clara, coherente y creativa dentro de los programas de arte de las universidades. La situación actual, donde los programas de arte se erigen como centros de pensamiento —y también de poder—, no solamente gracias a la enseñanza sino también debido a la investigación y a la creación, exige pensar críticamente la relación arte-universidad y hace que este ciclo de conferencias sea un espacio de debate pertinente, necesario."
Plataforma: Dentro de las actividades del Premio Nacional de Crítica se ha programado una serie de conversaciones sobre “arte y ética”. Para cada sesión se invita a dos personas para que, mediante intervenciones concisas, respondan a los... more
Plataforma:

Dentro de las actividades del Premio Nacional de Crítica se ha programado una serie de conversaciones sobre “arte y ética”. Para cada sesión se invita a dos personas para que, mediante intervenciones concisas, respondan a los interrogantes propuestos en la siguiente plataforma: “Una conversación sobre arte y ética puede comenzar con la pregunta: ‘¿Qué entiende usted por política?’. La pregunta es necesaria pues las transacciones recientes entre arte y teoría, o entre hacer y nombrar, muestran una tendencia a equiparar los actos hechos por artistas, curadores y críticos como parte integral de una agenda política. Si el arte quiere retomar una posición social junto a otras formas de intercambio y conquistar, o reconquistar, todos esos terrenos públicos que son eficientes en cuanto a la difusión de contenidos, ¿cuál sería una dimensión veraz del arte y la teoría respecto a las situaciones sociales y políticas? ¿Qué pasa cuando el arte abandona su terreno para entrar en otro?”

En la primera sesión participarán Nuria Enguita (Directora de proyectos y curadora de la Fundació Tàpies de Barcelona, España) y Lucas Ospina (profesor asistente del Departamento de Arte de la Universidad de los Andes).

Luego de estas intervenciones el público asistente podrá sumarse a la conversación.